El presidente de Bolivia, Luis Arce, y el expresidente Evo Morales (2006-2019) están enfrascados en una nueva campaña para controlar el partido oficial Movimiento Socialismo (MAS). Seguidores de ambos políticos Convocaron a dos conferencias paralelas que buscaban dominar el partidoaspirando a la presidencia de 2025.
La distancia entre ambos ha crecido en los últimos meses y la polarización en el MAS se ha intensificado, mientras los sectores se afinan y cada dirigente puede proclamarlo, por separado, como candidato «único» del oficialismo.
Morales y sus seguidores celebraron en octubre de 2023 un congreso en el Trópico de Cochabamba, en el que el expresidente fue declarado líder absoluto del partido y candidato «único» a la presidencia, pero el evento fue cancelado por el Tribunal Supremo Electoral (TSE) debido a de variaciones irregulares y orden de repetición.
Arce y el vicepresidente David Choquehuanca no asistir a la conferencia argumentando que no cuenta con la representación adecuada de todos los sectores sociales que integran el MAS.
Morales afirmó en una reciente entrevista con EFE que Luis Arce, quien fue su ministro de Economía, traicionó la ideología del partido oficial y busca «derechizarlo».
Por su parte, el presidente dijo que Morales es sobre «oponente principal»Por lo que constantemente se pregunta por su gestión, el desprendimiento comenzó a finales de 2021, un año después de que Arce asumiera la Presidencia del país.
La división se notó con mayor fuerza durante el aniversario del MAS, cada vez uno lo celebró solo y, como ya es costumbre, sus discursos estuvieron llenos de críticas y comentarios contra el otro.
Según Arce, el MAS es un «objeto histórico porque no es una persona, es un tema comunitario», en clara referencia al liderazgo absoluto lo que el expresidente Morales le pone al partido.
Funcionarios de Arce y miembros de las organizaciones sociales oficiales del presidente atacaron la ambición de Morales de dominar al MAS y su insistencia en proclamarse candidato único.
Batalla en el TSE
Las aspiraciones presidenciales de Morales están en peligro ya que el organismo electoral presentó cuatro observaciones al nuevo congreso que convocó sus metas para el mes de junio.
El TSE indicó que en la convocatoria “no contó con el consentimiento de las organizaciones sociales que cumplen con el MAS” y que sólo 8 de los 14 miembros de la directiva del MAS firmaron la citación.
En entrevista con EFE, Evo Morales dijo que si no podía competir como candidato presidencial, debería haberlo hecho «una convulsión social» en el país. En días posteriores, moderó su posición y dijo que si quería sacrificar la contienda electoral, debía hacerlo en unas elecciones primarias reñidas.
En medio de esta gentuza, mediante la designación del «delegado presidencial» ante el TSE, Morales acusó a Arce de colocar a Gustavo Ávila con el único fin de inutilizar su candidatura y «proscribir al MAS».
Y lo declararás «estado de emergencia»Por ello considera esta designación como «un ataque a su candidatura presidencial».
El asimismo, volvió al presidente en una de las elecciones primarias celebradas para elegir al candidato del MAS para 2025, y prometió apoyar a Luis Arce si estaba en la consulta partidaria.