Los jefes militares de la UE, listos para ayudar en Gaza si se lo piden

Los jefes militares de la UE, listos para ayudar en Gaza si se lo piden

Aunque no estaba en la agenda, la guerra de Israel copaba este miércoles toda la atención al finalizar la reunión de jefes de Estado Mayor de la Defensa de los países de la Unión Europea. Y su presidente, el general austriaco Robert Brieger, ha sido claro al asegurar que los militares están preparados para una orden política que les pidiera intervenir.

El máximo órgano militar de la UE ha trasladado su encuentro semestral a Sevilla -es la primera vez que lo hace fuera de Bruselas– con motivo de la Presidencia española del Consejo europeo. El orden del día lleva meses de preparación y debate para que los máximos responsables militares de las Fuerzas Armadas de cada país lleguen a la cumbre con las líneas claras.

La Brújula Estratégica de la UE, las misiones militares europeas en África o la ayuda a Ucrania eran los asuntos ordinarios sobre los que giraba la discusión. Sin embargo, el estallido del conflicto entre Israel y Palestina ha irrumpido en el debate, al menos de manera «informal».

«El problema del conflicto no es ahora mismo militar sino ante todo político. Por supuesto que nos hemos referido a este tema y estamos muy preocupados por la situación actual», ha reconocido el general Brieger, con la esperanza de «decisiones políticas» que culminen en un acuerdo que frene el número de víctimas.

E inmediatamente a continuación ha recordado que la Unión Europea dispone de los denominados ‘Battle Group’, unos grupos de combate de despliegue rápido para intervenciones internacionales. «Si se nos pide intervenir, por supuesto estamos dispuestos a hacerlo», ha remarcado señalando por ejemplo la posibilidad de actuar para la creación de corredores humanitarios que permitan la evacuación de civiles de la zona.

Aunque sea un asunto político, los máximos responsables militares de la Unión Europea siguen de cerca la evolución del conflicto y el general Brieger ha ofrecido también su asesoramiento militar a los órganos de decisión política, a los que «corresponde actuar» en la actual situación.

Ayuda a Ucrania

El otro asunto central que ha estado sobre la mesa, este sí de manera oficial, ha sido la guerra de Ucrania, en presencia del representante del Gobierno de Volodímir Zelensky ante la UE y la OTAN. Tanto Briegel como el Jefe de Estado Mayor de la Defensa español (Jemad), almirante general Teodoro López Calderón, han coincidido en que el apoyo a Ucrania debe mantenerse el tiempo que sea necesario.

«Todos nos hemos comprometido a seguir apoyando a Ucrania a defender su territorio y sus libertades», ha asegurado López Calderón, que ha explicado que España seguirá con el envío de material militar de acuerdo a sus posibilidades, la formación de militares ucranianos y la atención a heridos.

«En Ucrania estamos defendiendo nuestros valores y creo que resistiremos», ha compartido el presidente del EUMC rechazando cuando duda comunitaria respecto a la ayuda a Ucrania. «Puede haber debate en sociedades democráticas, es un proceso nuevo pensar en escenarios de guerra, pero es una obligación política corregir también los bulos que difunde Rusia».

Así, ha reconocido que este apoyo para frenar la ofensiva militar rusa tiene un coste «muy notable», pero también cree que ha servido de «revulsivo» para hacer «despertar» a la clase política respecto a la necesidad de aumentar las capacidades de defensa.

Mantener presencia en África

El tercer asunto que ha ocupado la agenda ha sido el de las misiones europeas en África, donde la situación de inestabilidad mantiene en un estado de parálisis las operaciones militares, cuya continuidad está en duda. España defiende la necesidad de mantenerse en la región y, de hecho, es el país que más fuerzas aporta a la misión en Malí, que otras naciones han abandonado.

Este miércoles, tanto el general austriaco como el Jemad han coincidido en apostar por la continuidad de estas operaciones, aunque de nuevo es una decisión política. «Tiene sentido mantener presencia en el Sahel porque es una región fundamental para la Unión Europea en materia de terrorismo, inmigración ilegal y otros asuntos», ha concedido Briegel.

De hecho, ha asegurado salir de la reunión con la «sensación» de que «no hay voluntad de abandonar por completo África», sino de adaptar las misiones a las demandas locales, pese a los repliegues de numerosos países, sobre todo Francia.

También el almirante López Calderón ha subrayado que la intención no es abandonar «sino todo lo contrario» y ha aceptado que la decisión se tomará tras el debate sobre África convocado por el Alto Representante de la UE, Josep Borrell, que tiene que celebrarse antes de que finalice el año.

Despliegue militar

La reunión de jefes de Estado Mayor en Sevilla ha coincidido con la celebración en Cádiz del ejercicio LIVEX, el primero con despliegue real de fuerzas que realiza la UE y que sería el embrión de un futuro ejército europeo.

La existencia de este ejército europeo es aún una ensoñación. Sin embargo, la Unión Europea ha puesto a prueba durante esta semana el despliegue rápido de casi 3.000 militares de 19 países comunitarios para comprobar si son capaces de trabajar de forma conjunta y coordinada para responder a una crisis de manera inmediata.

El debate sobre la creación de unas Fuerzas Armadas europeas lleva años sobre la mesa sin alcanzar un consenso que logre sacar el proyecto adelante, tanto por suspicacias internas -por pérdida de soberanía, coste o capacidades- como externas, desde la OTAN y la posible competencia que podría generar entre ambas organizaciones internacionales.

Sin embargo, el Alto Representante de la UE, Josep Borrell, logró que se aprobase el pasado año la llamada Capacidad de Despliegue Rápido, una ‘hermana pequeña’ de este ejército europeo que estaría compuesta por 5.000 militares dispuestos a saltar sobre el terreno de forma inmediata para hacer frente a una crisis.

En la mente comunitaria están, por ejemplo, las recientes evacuaciones de civiles que tuvieron que realizarse de forma ‘exprés’ en Sudán o en Níger. En ambos casos hubo coordinación internacional, pero cada país ideó y ejecutó de manera individual su operación para poner a salvo a sus conciudadanos. El objetivo de esta capacidad de despliegue rápido es evitar esas situaciones y contar en el año 2025 con una fuerza europea para operaciones de rescate y evacuación, entrada inicial en operaciones de estabilización o refuerzo temporal de otras misiones.

España, como nación anfitriona, ha aportado al LIVEX el Cuartel General de la Fuerza (FHQ) y es el país con mayor aportación de personal y de medios: 1.200 militares, dos buques de guerra anfibios, una fragata, un grupo de desembarco de Infantería de Marina, aviación naval embarcada, un grupo táctico terrestre y aviones de transporte y reconocimiento.

El propio Borrell asistió este martes a una jornada del ejercicio, que se enmarca dentro de la denominada Brújula Estratégica de la UE, el plan ideado como guía para fortalecer su seguridad y defensa común. Y el LIVEX es visto ahí como «un hito clave hacia la elevación de sus capacidades de gestión de crisis». «La UE debe aumentar su preparación y fomentar la interoperabilidad para poder reaccionar rápidamente a las crisis fuera de la Unión», expone Bruselas bajo el objetivo de «mejorar aún más la capacidad de toma de decisiones militares de la UE para responder a conflictos y crisis externos».

El ejercicio que se desarrolla en costas gaditanas sirve así de base para el futuro. «Los conocimientos adquiridos en este ejercicio desempeñarán un papel crucial a la hora de perfeccionar conceptos, identificar lagunas y mejorar los procesos operativos para dar forma a una fuerza de respuesta rápida más eficiente y cohesiva», reconocen en la UE.