Al menos 24 personas, la mitad policías, murieron en tres ataques armados en regiones de México duramente golpeadas por el narcotráfico, informaron autoridades y medios.
En el hecho más letal, un atentado contra una patrulla de policía dejó 13 muertos y dos heridos en la localidad de sureña de Coyuca de Benítez, informó el lunes la Fiscalía del estado de Guerrero.
Un reporte previo del vicefiscal de Guerrero, Alejandro Hernández, había dado cuenta del deceso de «11 elementos de la policía municipal», en tanto que el alcalde de la población, Ossiel Pacheco, confirmó en un comunicado que en el hecho también perdieron la vida dos funcionarios que se hallaban en la caravana.
Se trata del secretario de seguridad municipal, Alfredo Alonso López, y del director de la Policía preventiva, Honorio Salinas.
Imágenes difundidas en redes sociales muestran a varios uniformados tirados en el piso boca abajo, con las manos atadas, aparentemente sin vida. Otros agentes aparecen contra un muro con su armamento de dotación, junto a un hombre vestido de civil.
Por otra parte, cuatro civiles y un policía fueron asesinados y dos personas más resultaron heridas en otro atentado en la población de Tacámbaro, estado de Michoacán, vecino de Guerrero, dijeron fuentes de seguridad, informó la agencia de noticias AFP.
Ambas regiones son frecuentemente escenario de acciones sangrientas atribuidas a los cárteles del narcotráfico, que tienen allí corredores estratégicos para traficar drogas por la costa del Pacífico.
Seis personas más murieron en un enfrentamiento a tiros entre presuntos vendedores de drogas en la localidad de San Miguel Canoa, en el estado central de Puebla, a unos 120 kilómetros de Ciudad de México, dijeron autoridades.
El ataque en Coyuca de Benítez se produjo cuando el secretario de seguridad local se movilizaba con su escolta, dijo el vicefiscal de Guerrero a periodistas, indicando que se investigan los móviles de la matanza.
«No se tenía conocimiento de amenazas hacia los servidores públicos» de Coyuca de Benítez, aseguró Hernández, quien sobrevivió a un atentado el pasado 15 de septiembre en Chilpancingo, capital de Guerrero.
El secretario López había asumido el cargo en diciembre en sustitución de un funcionario que dimitió tras sufrir también un ataque armado, dijeron medios locales.
El vicefiscal no ofreció detalles sobre las circunstancias del atentado, pero reportes de prensa desde el lugar de los hechos indicaron que se trató de una emboscada tendida en inmediaciones de una escuela.
Más temprano, la fiscalía de Michoacán reportó la muerte de cinco personas cuando un grupo de pistoleros atentó contra un hermano del alcalde de la localidad de Tacámbaro. El hombre resultó herido.
«El saldo preliminar es de cinco personas sin vida, entre ellas una trabajadora de un restaurante y un elemento de la Policía Municipal», reportó la Fiscalía en la red social X. «Dos personas más resultaron lesionadas», agregó.
En un video publicado en redes sociales se ve a civiles disparar armas largas para después huir en tres camionetas.
Michoacán, una región reconocida por sus atractivos turísticos y una pujante industria agroexportadora, es también una de las más violentas del país debido al accionar de grupos criminales dedicados a la extorsión y el narcotráfico.
Autoridades de municipios mexicanos donde opera el crimen organizado son blanco habitual de las mafias en su afán por controlar territorios.
México registra una tasa de homicidios de 25 casos por 100.000 habitantes. La media se triplicó desde 2006, cuando el gobierno de la época declaró la guerra al narco, con participación militar.
Desde entonces también se disparó la cifra de desaparecidos a más de 112.000 casos actualmente.
Con información de agencias